jueves, 9 de julio de 2009

Mami, una vez soñé que me ponía tus zapatos. Pero aun no me quedaban pues era yo muy niña...
Ahora que soy grande y que tuvimos privilegio hasta de compartirlos por una temporada, extraño.

Extraño que me digas te ves muy bonita.
Extraño que me digas que eso se ve bien.
Extraño que me digas usa zapatos altos.

Hoy por ejemplo me quedo dormida con ellos, dejando la puerta abierta y con ella mi esperzanda de que entres a mi cuarto, me los quites y hasta me cobijes.
Pero despierto y nada de eso ha pasado.


Mami, yo no quiero que pasen tres semanas.



Mae*

No hay comentarios: